Retroceso en el Índice Global de Innovación demuestra que se requiere de una cirugía mayor

Recientemente, se publicó el Global Innovation Index 2019 (GII), un índice global de innovación que se publica anualmente, y que clasifica a más de 130 economías de los distintos continentes en un ranking. El indicador evalúa 81 puntos relacionados con capacidades, entorno favorable y resultados en innovación.

Esta medición de la innovación resulta especialmente crítica, frente a la necesidad de llegar al desarrollo, ya que juega un papel clave como motor de crecimiento, sofisticando la matriz productiva del país a través de la generación de valor agregado en materias primas y el desarrollo de empresas de base tecnológica.

Lamentablemente caímos en el ranking. Estamos en el lugar 51, disminuyendo 3 posiciones con respecto al año pasado (N°47). El año 2010, Chile se encontraba en el lugar 34 ¿Qué nos pasó? La respuesta es sencilla: simplemente otros están avanzando más rápido. Es más, 11 países de economías de ingresos medios sobrepasaron a Chile, que está catalogado como una economía de ingresos altos.

Cabe analizar que está pasando al respecto, ya que sólo como premio de consuelo nos queda ser los primeros en la región, y esto no sirve de nada dado el contexto de competencia global en el que vivimos. Si en vez del GII fuera el ranking FIFA, estaríamos por debajo de la selección de RD del Congo. ¡Así de mal! Como lo señala Arturo Herrera, experto en innovación y tecnologías emergentes.

¿Cómo es que Chile quedó en este lugar?

Fortalezas

  • Cumplimos con lo esperado de acuerdo con nuestro PIB Per cápita, liderando la región.
  • Sacamos buena nota en el pilar instituciones (39). Somos un país confiable, con instituciones serias y con certezas jurídicas para poder innovar.
  • Estamos 15 en el mundo en densidad de nuevos negocios por cada 1.000 habitantes entre 15-64 años. Chile avanza en ser un país cada vez más emprendedor.

Oportunidades de mejora

  • Capital Humano e I+D (57). Últimos en ranking PISA de la OCDE (44), solo 500 investigadores por millón de hab. (países desarrollados tienen sobre 2.000), baja inversión en I+D (solo el 0,34% PIB). Vietnam, con un tercio del PIB per cápita de Chile, invierte el 0,8% de su PIB en I+D.
  • Baja inversión del sector privado en I+D (solo el 34%). En países top 30 el sector privado invierte entre el 50% y 75% del total.
  • Casi nula exportación de alta tecnología (solo el 0,8% de nuestras exportaciones). En Corea del Sur, que hace 50 años era un país netamente agrícola y pesquero, el 26% de sus exportaciones son de alta tecnología.

Los países desarrollados lo son porque en algún momento decidieron invertir y concentrar sus esfuerzos en diversificar su economía, impulsando el emprendimiento de base tecnológica y la innovación empresarial, pero necesitamos mejorar tremendamente el desarrollo de Capital Humano avanzado, mejorar los incentivos para invertir en I+D y reducir barreras, conectar de mejor forma el ecosistema, involucrando de forma concreta y eficaz al sector privado, público, instituciones de apoyo y de formación.

Definitivamente no sólo se necesitan las ganas de innovar y emprender, sino que el conocimiento avanzado desde las etapas escolares tempranas y eso implica la calidad de la educación superior. Hay que generar un entorno donde el talento y el esfuerzo de los innovadores no se diluya. Hay que pensar a largo plazo y unir las piezas de un rompecabezas, que no lo resuelve una ley o la simplificación de la CORFO.

Carlos Vega
Google Innovator Trainer

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