El académico de la UTalca, Mario Herrera, sostuvo que, en el mejor escenario en esta elección “podríamos superar ese 50% pensando, en que los jóvenes vuelvan a votar y que las personas de mayor edad -ya teniendo la inmunización con las dos vacunas y la tercera dosis- participen”.
A menos de una semana de las elecciones presidenciales, parlamentarias y de consejeros regionales, la participación ciudadana es incierta. Mientras algunos escenarios predicen que la polarización de los candidatos podría generar una mayor cantidad de votantes, existe otro que augura que solo la mitad del padrón electoral participaría.
Así lo explicó el cientista político y académico de la Universidad de Talca, Mario Herrera, quien detalló que, tras la instauración del voto voluntario, normalmente en las elecciones de carácter nacional, la participación oscila entre el 40 y el 45% de las personas habilitadas. “En las elecciones de carácter presidencial y legislativa, en términos de composición, tienden a votar las personas de mayor edad que las personas más jóvenes”, agregó.
Sin embargo, existen instancias en que aumenta la participación, especialmente de esos jóvenes y de las mujeres, como ocurrió con el plebiscito para la elaboración de una nueva Constitución Política.
“En la votación del plebiscito ocurrió lo contrario. Observamos que el grupo más joven, sobre todo las mujeres acudieron en masa a sufragar, existiendo una brecha incluso de 10 puntos respecto a los hombres. Se estima que cerca de un millón de nuevos votantes participó en esa elección”, subrayó el académico.
Teniendo en cuenta el actual escenario de polarización entre los candidatos presidenciales que lideran las encuestas, Herrera sostuvo que, en el mejor escenario en esta elección, “podríamos superar ese 50%, pensando en que los jóvenes vuelvan a votar y que las personas de mayor edad -ya teniendo la inmunización con las dos vacunas y la tercera dosis- participen”.
Sin embargo, sostuvo que también se podría ver un panorama diferente. “Puede pasar que termine siendo como el resto de las elecciones presidenciales, donde la participación es más bien baja y además tenga una fuerte composición del grupo etario más alto, sobre los 50 o 60 años”.
De acuerdo a Mario Herrera, el incierto contexto político que vive el país en estos momentos podría propiciar el interés de las personas por manifestar su voto. “La incertidumbre general incentiva la participación electoral”, y agregó que “si las elecciones son competitivas y si no hay una expectativa por quien es el ganador, eso sin lugar a dudas, estimula la participación electoral”, aseveró el académico de dicha casa de estudios.