La infraestructura hídrica incluye, las obras, instalaciones y plantas de desalinización de aguas y embalses; y obras que tengan por finalidad la ampliación y sustentabilidad de la disponibilidad de agua para ser destinada al consumo humano, al saneamiento o al riego, tratamiento y conducción.
El consejero regional Pablo del Río valoró el proyecto aprobado por el Congreso Nacional, en términos de llevar adelante proyectos de infraestructura hídrica y de desalinización, como una forma de hacer frente a la escasez hídrica que desde hace años afecta a la región y gran parte del país.
“Creo que en definitiva lo que se hace con este proyecto, es ponerse a la altura de las circunstancias y tener una mirada visionaria de lo que está ocurriendo con el recurso hídrico, especialmente considerando el cambio climático que se está haciendo sentir con todo”.
Agregó, que de manera continua estamos sufriendo los efectos por la falta del vital elemento, ya sea para consumo humano y para el riego. Somos una región agrícola por excelencia, que necesita asegurar el riego en cada temporada, y principalmente el de abastecer a la población. Tenemos un extenso litoral donde claramente es posible llevar adelante proyectos de desalinización y así asegurar el agua en pequeñas aldeas y villorrios, sin que tengan que depender de los camiones aljibes que con un millonario gasto se deben desplazar a sectores de alta ruralidad.
PROYECTO
La iniciativa faculta al Ministerio de Obras Públicas, para el estudio y construcción de infraestructura hídrica. Además, se le permite destinar el agua obtenida para consumo humano en forma prioritaria y multipropósito.
Se aclara que la infraestructura hídrica incluye, las obras, instalaciones y plantas de desalinización de aguas y embalses; y obras que tengan por finalidad la ampliación y sustentabilidad de la disponibilidad de agua para ser destinada al consumo humano, al saneamiento o al riego, incluyendo el tratamiento, conducción y disposición final de las aguas e infraestructura para mejorar la eficiencia de estas.
Lo anterior se realizará en función del interés público sobre las aguas para el resguardo del consumo humano y el saneamiento. Del mismo modo, para la preservación ecosistémica, la sustentabilidad acuífera y, en general, de todas aquellas acciones destinadas a promover un equilibrio entre eficiencia y seguridad en sus usos productivos.
GRAN AVANCE
El consejero Pablo del Río, puntualizó que lo anterior será clave para todas las regiones del país, al potenciar esta necesidad hídrica. “También debemos considerar lo ocurrido tras el terremoto de 2010 donde muchas comunidades quedaron por muchos días, sin agua para el consumo. Recuerdo que a partir de allí se implementó, con muy buenos resultados, una planta desalinizadora en Penco región del Biobío, por iniciativa de investigadores de la Universidad de Concepción. Sin ir más lejos también se implementó un sistema similar en el conjunto “Brisas de Torca”, de Llico, en la comuna de Vichuquén, para abastecer de agua a un conjunto habitacional del proceso de Reconstrucción”.
Finalmente, señaló que transformar el agua salada del mar para consumo humano, será una real solución y un gran avance ya que en Chile y en la región existen muchas localidades costeras que viven problemas de abastecimiento y donde las familias sostienen la vida en difíciles condiciones por la falta del vital elemento.