Gastos millonarios durante más de cuatro meses, y un despliegue técnico nunca antes visto que quedaron en nada ante la falta de liderazgo y convicciones. Conoce aquí en detalle la verdadera historia del caso bypass.
En octubre de 2018 uno de los asesores del alcalde de Talca, Juan Carlos Díaz, le dijo que había leído en un medio regional que en la próxima concesión de la Ruta 5 Sur se incorporaría un bypass carretero. Ahí éste comenzó a idear, con el equipo municipal de confianza, una gran campaña contra el proyecto país del Ministerio de Obras Públicas (Mop).
El ministro Juan Andrés Fontaine respondió a Diario El Centro en la edición del lunes 8 de octubre de 2018 que “ya está tomada la decisión de hacerlo (el bypass). Todavía no tenemos trazado ni el diseño. Pero la resolución es abordar el tema del acceso a Talca con esta modalidad vial”. Diez días después, el alcalde de Talca convocó a través del Departamento de Comunicaciones del municipio a un punto de prensa en el Cruce Varoli para exponer su punto de vista sobre el proyecto de bypass para la ciudad, en el marco de la relicitación de la Ruta 5 Sur tramo Talca- Chillán.
En la ocasión rechazó tajantemente la medida. “Hoy nos informamos por la prensa que el ministro manifestó que se tiene decidido construir un bypass en el interior de Talca, en un sector rural, y eso nos genera malestar porque se jugó con la fe pública y con las necesidades para el mejoramiento de la calidad de vida de nuestros ciudadanos”, recalcó en esa oportunidad.
Además llamó a las autoridades de la región a unirse contra el proyecto. “Hago un llamado a todas las fuerzas vivas, parlamentarios, intendente, universidades, colegio de arquitectos y a los vecinos a que no permitamos que esto ocurra en nuestra ciudad, y como alcalde buscaré las herramientas legales para poner todas las trabas y exigir que se nos respete como ciudad”.
Así se inició una campaña, en la que se utilizaron todos los recursos disponibles, tanto municipales como privados, organizando desde octubre de 2018 reuniones con dirigentes sociales, conversatorios, envío de oficio al ministro del Mop, instalación de letreros por toda la comuna, poleras, puntos de prensa, elaboración de videos y páginas de Facebook, entre otras acciones.
Diversos actores se sumaron a la campaña, incluso se vio a vecinos protestando en el centro de Talca convocados por el alcalde Díaz. Además, se contrató a periodistas en la capital para que le ayudaran a poner el tema en medios nacionales (se puede corroborar la información en el portal de transparencia del propio municipio, por asesorías comunicacionales).
RECURSOS
Muchos se preguntarán cómo se financió esta campaña que requirió de recursos millonarios. Lo primero es decir que el equipo de comunicaciones de la Municipalidad de Talca dedicó muchas de sus horas de trabajo para ella, elaborando invitaciones, videos, comunicados de prensa, convocando a los medios y acompañando al alcalde a entrevistas.
Además, con recursos municipales se financió la instalación de letreros, coffee break y poleras. También desde la Dideco, por medio de la oficina de Organizaciones Comunitarias, se movilizó a los gestores territoriales para conseguir presencia de cientos de dirigentes y vecinos a las diversas reuniones realizadas. En honor a la verdad: la campaña fue exitosa, el tema fue acogido por la comunidad y el #NoalBypass se viralizó rápidamente ganando adherentes, y algunos detractores.
CAMBIO DEL DISCURSO
El 16 de abril de 2019, a las 15:45 se publicó un video en la página de Facebook de Juan Carlos Díaz, anunciando que se había logrado que el MOP incluiría siete obras mitigatorias en la comuna de Talca en compensación por la construcción del bypass. El alcalde aparecía sonriente y dándole las gracias al ministro y al Presidente Sebastián Piñera, por lo mismo que meses antes rechazaba tajantemente.
Fue ahí cuando comenzaron las críticas y, para amortiguarlas, Juan Carlos Díaz organizó una reunión con algunos de sus adherentes en el salón municipal, donde hasta incluso hubo cotillón por las obras que traerá la nueva concesión Talca – Chillán, y explicó a la gente que “esta es una decisión de Estado que ya estaba tomada y el Presidente así lo anunció y nosotros no podíamos hacer nada”.
Lo que el alcalde no dijo en esa celebrada reunión fue que, en realidad, las obras de mitigación siempre estuvieron consideradas, es decir, el despliegue del alcalde y su campaña para que el bypass no se construyera, fue una pérdida de tiempo y de recursos. En otras palabras, una estrategia de posicionamiento que no terminó bien.
Aunque no le guste que los medios digan cosas contra él, esta es la verdad. De hecho las propuestas de mitigación para las comunas, no solo para Talca, fueron trabajadas durante años por la Cámara Chilena de la Construcción, entidad que hizo varias reuniones con los alcaldes de las comunas que implican a la nueva concesión. Juan Carlos Díaz no asistió a ninguna de ellas.
De hecho una de las últimas instancias donde la Cámara Chilena dio a conocer las propuestas fue el viernes 15 de marzo en el Country Club a los senadores del Maule, donde asistieron Coloma, Castro, Rincón y Galilea, solo excusándose Elizalde.
El alcalde supo desde siempre que la construcción del bypass era una política de Estado, pero de igual modo lideró la campaña contra el proyecto, buscando solo validarse en el cargo, mostrar su liderazgo y dejar atrás las críticas y problemas financieros que deberá enfrentar ahora que ya no tiene el hashtag #NoAlBypass como consigna.