La jefa de carrera de Psicología UOH, Ana San Martín, y el académico del Instituto de Ciencias Sociales, Patricio Saavedra, se refieren al puesto que ocupa Chile en el ranking de la felicidad.
El pasado 20 de marzo se celebró el Día Internacional de la Felicidad, una conmemoración que proclamó la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para recordar la importancia de la felicidad en el desarrollo y bienestar.
Según el Informe Mundial de la Felicidad publicado por la Red de Soluciones para el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas; Chile es el segundo país más feliz de Sudamérica y 35 a nivel mundial, siendo superado solo por Uruguay que se encuentra en la vigésima octava posición.
Este ranking está elaborado en base a los datos de 150 países, donde se le dio puntajes a cada país de acuerdo a diversos factores, como el PIB per cápita, la esperanza de vida, la corrupción, entre otros. En cada país se encuestó a 1.000 ciudadanos y arrojó por sexto año consecutivo a Finlandia, en el top de países con mayor felicidad, seguido por Dinamarca e Islandia, respectivamente.
Para la jefa de carrera de Psicología de la Universidad de O’Higgins (UOH), Ana San Martín, hay que diferenciar lo que la encuesta mide, ya que “dentro del instrumento se incluyen preguntas sobre emociones positivas y negativas que representan un estado de ánimo momentáneo, por lo que hay que revisar el momento en que se aplicó la encuesta, ya que hay diversos factores que pueden alterar el resultado. En general nuestro país está atravesando una situación no muy diferente al resto de los países en cuanto al contexto político y social, por lo que también personas de otros países pueden haber manifestado su descontento”.
“Creo que también es importante preguntarse a quiénes se encuestó y si la muestra es representativa de la población. Si más bien se hizo una encuesta accidental (como a personas en tránsito por la calle), no es posible realizar inferencias estadísticas sobre cómo está la felicidad del país”, sostuvo Ana San Martín.
Por su parte, para el académico del Instituto de Ciencias Sociales, Patricio Saavedra, es sorprendente que Chile “esté tan alto en el ranking, ya que, tenemos una crisis económica bien importante y una crisis de seguridad que es bien profunda. Entonces, eso llevaría a pensar que, para el ciudadano común, esos resultados podrían ser cuestionables. Sin embargo, el informe, al parecer sí lo refleja, porque las dimensiones de la situación social y política, solo un 26% de las personas está feliz o declara estar feliz, y lo mismo pasa con el escenario económico nacional. Entonces, en el fondo, lo que podría explicar este buen puntaje es que las personas perciban tener una mayor sensación de control sobre su vida, que pueden visitar a sus familiares y amigos sin restricciones, que, por la cultura local, son aspectos bien relevantes”.
El informe utiliza una variedad de factores para medir la felicidad, incluyendo el PIB per cápita, la esperanza de vida, el apoyo social, la generosidad, la percepción de corrupción y la libertad para tomar decisiones de vida. Si bien Chile no se encuentra entre los países más felices del mundo, sigue siendo uno de los países más felices de América Latina.
“Vivimos en una sociedad donde la familia es muy importante y los lazos relacionales son fundamentales para las personas. Esto porque se trata de una cultura que tiende más a lo comunitario que a lo individualista, a pesar de que a veces se piense lo contrario. Entonces, puede generar cierta extrañeza al público este buen ranking, pero efectivamente el mismo instrumento menciona que existe un bajo nivel de felicidad en relación a la situación social y económica, que está permeando todo el quehacer a través de todas las noticias que se dan con respecto a la vida social, en los medios de comunicación y las redes sociales”, apuntó el Dr. Saavedra.